La Winehouse.

Es una loca esta cabrona y tiene un talentazo.

Habitualmente no me alocan los cantos posmodernos pero creanlo, escucharla es remontarse a tiempos desconocidos de nuestros corazones yonkis profundamente sinceros, dolorosos incluso.

Me importa un cacahuate si se cae de alcohol y drogas, con la voz portentosa se ha ganado el cielo, y si la cocaína le da esa maravillosa voz, yo estoy dispuesta a aplaudir su adicción.

Supongo que aveces hay seres humanos cuyo objetivo es emocionar haciendo arte y ella es de esos. Flaca y en los huesos, sin dientes, mugrosa, cayendose de drogas que más dá, es Amy, repetidamente y portentosamente Amy, que está en el mundo para grabar discos y hacer cerrar los ojos con cada nota que expide su voz, para hacernos sentir un poquito, solo un poquito más intensos, que ya es bastante.