Visitaremos Turquía acompañados del montón de palabras que Pamuk ha metido en nuestras neuronas, bailaremos a Carlos Vives en la remezcla que tanto nos gusta mientras pensamos que la justicia en el tercer mundo es posible. Caminaremos como cada tarde, haciendo juegos de palabras infinitas, riendonos hasta el dolor de panza, comprando mamuts en cada tiendita de esquina. Te dire que mil ochomil ya no es suficiente para expresarte el amor primigenio que me provocas; nos miraremos a los ojos llenos de ganas de tragarnos al mundo escuchando algo delirante, dormiremos con un par de bellos gatos a nuestros pies, haremos el amor cada mañana mientras bebemos café (tu azucarado y yo vacío de azucar), pagaremos lo que sea por un buen espectáculo de flamenco y creeremos siempre que el presente vívido es el mejor exorcista de pasados fatuos.
Te amo.
Te amo otra vez.
Brat.
Te amo.
Te amo otra vez.
Brat.
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