jueves, 27 de marzo de 2008

Los fuegos fatuos o ¡va pa puta que vuela! (1)

La nombraron Kali, la diosa maligna, la masculina, la sin piedad, la sensual: Kali.
Nacio en un año bisiesto en las favelas brasileras del año 65, en una noche donde Yoruba hacìa hechizos a los sudamericanos entregàndoles la mansedumbre que el tercer mundo necesita para no morir en al barbarie contra ellos ejercida. Su madre, una negra de caderas calientes que habìa parido cuatro hijos antes que Kali abrio las piernas entre gritos y sudores para -una vez màs- explotar en sangre y vida.Comenzò el poema; la pequeña niña abriò los ojos, cantò el poeta:
"Ignorante del mundo y de si mismo
deja el recièn nacido su caverna,
lejos y cerca de la piel materna,
inaugura el candor de su egoismo.
Mira su entorno y es un espejismo
la apenas asumida vida eterna,
no es todavìa despiadada o tierna
pero ya muestra señas del avismo.
No sabe aùn que ha comenzado el viaje
sutil
e inexorable
hacia la muerte"

1 comentario:

LE CHAYE dijo...

YA TENGO MI VERSION...DE LA PIROMANIAQUITA .... ACHICHARRAR SU CASA A LOS 7 AÑOS SOLO ES EL COMIENZO DE SU INCENDIARIA VIDA